siempre me han dicho que en otra vida fui un gato negro
ágil, independiente, fuerte
tú me volviste como un perro
perezosa, ansiosa por tu atención, dependiente e implorante
siempre me dijiste que no te gustaban los gatos
demasiado inteligentes, demasiado crueles, demasiado solitarios, demasiado libres
no te gustó que me volviera contra tus ideales de lo que debe ser la mascota perfecta
mira por dónde...
tiempo sin saber de ti
hoy has vuelto a mi
dices que añoras mi independencia
que echas de menos mi fortaleza
que extrañas mi socarronería
mira por dónde...
yo no añoraba tu dependencia
no echaba de menos tus lloros
no extrañaba tu atención
siempre han dicho que gatos y perros no se llevan bien
mira por dónde...
parece que es verdad
ya no quiero que seas mi perro
porque odio los perros
pero más te odio a ti
martes, 26 de febrero de 2008
marcas que la vida ha ido haciendo en mi pálida piel
tus palabras
tus letras sobre el papel
tu música
tu dulce rostro iluminándolo todo
oír el arcaico crujido de la cámara de fotos de tu padre haciéndome fotos a traición
tu risa tintineando en mis oídos
tus caricias acompañándome en mi letargo
notar el calor de tus manos sobre mis siempre helados dedos
el cosquilleo de tu índice recorriendo mis párpados, mi nariz, mis labios
caminar bajo la fuerte lluvia y llegar empapados a casa, mirarnos a los ojos y quitarnos la ropa mútuamente, dejándola en el suelo, formando charquitos a nuestro paso
sentir tus brazos rodeándome, tus manos paseando por mi cintura y dibujar el arco de mi espalda con tus dedos
erizar mi vello con tus mordiscos pícaros en mi cuello, mi boca entreabierta esperando ansiosa tus besos mientras me coges de las muñecas con tus fuertes manos y me impides cualquier movimiento o caricia en tu tostada piel
aumentar mi deseo y mis ganas por tenerte, de que me tumbes y recorras mi piel con tu húmeda lengua, explayándote en cada una de mis cicatrices, lunares
señales que nacieron y crecieron conmigo
marcas que la vida ha ido haciendo en mi pálida piel
tu grave y aterciopelada voz susurrándome las más bellas palabras de amor jamás dichas, distrayéndome de tus manos en mis caderas, resiguiendo mis marcados huesos, iniciando un cosquilleo ya conocido pero siempre añorado y bienvenido
arañar tu fuerte espalda, sentir cómo la sangre brota bajo mis uñas y pequeños jirones de piel chocolateada se quedan prendados de mis negras garras, mirándote a los ojos, ojos negros, almendrados y templados llenos de ésa extraña mezcla de dolor y placer que tanto me gusta ver en ti
juguetonas pecas escondidas bajo el rubor acerezado de tus mejillas, notando cómo la temperatura de tu cuerpo aumenta a cada uno de mis gemidos, tus manos alrededor de mi cara, apartando mi largo y castaño cabello y mirándome a los ojos como nunca antes me había mirado nadie
"dime que me necesitas tanto como yo te necesito a ti, dime que sueñas conmigo tal y como yo sueño contigo, dime que quieres tenerme a tu lado tal y como yo quiero tenerte al mío, dime que sin mi no puedes vivir...dime que me amas"
ser uno contigo
deshacerme sutilmente de la prisión de tu abrazo, mirarte un instante y esbozar una sonrisa al verte tan tranquilo y despreocupado, preguntándome cómo alguien puede tener cara de enamorado durmiendo
levantarme arrastrándome por las sábanas como una serpiente esquiva, salir de tu amplia habitación azul y recoger mi ropa mojada del suelo, ponérmela y girar la vista para verte una vez más
coger el dinero de encima de la mesa del recibidor, guardarlo en mi bolso y salir con cuidado, evitando hacer ruido para no despertarte y apenarte con mi siempre inexistente despedida
marcas que la vida ha ido haciendo en mi pálida piel
a pesar de todo no puedo decirte que te amo
sé que si lo hiciera dejarías de interesarte por mi, ya me pasó una vez
marcas que la vida ha ido haciendo en mi pálida piel
a pesar de todo no puedo decirte que te amo
sería perder a mi mejor cliente
viernes, 22 de febrero de 2008
él
- No tengas miedo - dijo él
estaba tumbado encima de ella, desnudos y aún unidos, a pesar de las horas transcurridas...
el pálido resplandor de la luna se colaba perezosamente por las cortinas de la habitación, bañando levemente sus cuerpos en la penumbra...
acarició la cálida piel de la chica con sus gélidos dedos, provocando que se escuchara un leve quejido de sus dulces labios...
la besó con ternura...
mientras sus manos seguían acariciándola, se posaron alrededor del frágil cuello de la muchacha y empezó a apretar...
suavemente al principio, mirándola a los ojos, mostrando un destello de felicidad como hasta ahora nunca había sentido...
ella cerró los ojos con la respiración entrecortada, él apretó con fuerza mientras la amaba con todo su ser...
vio un cerezo en flor...
él la llamaba a lo lejos, con cara de enamorado y una sonrisa pícara en su cara, tal y como la miró la primera vez que salieron juntos...
el mismo parque, el mismo cerezo en flor...
consciente de que la felicidad eterna le aguardaba, fue corriendo hasta él...
nos abrazamos...
y nos besamos con pasión...
me giré para ver por última vez el cerezo...
estaba tumbado encima de ella, desnudos y aún unidos, a pesar de las horas transcurridas...
el pálido resplandor de la luna se colaba perezosamente por las cortinas de la habitación, bañando levemente sus cuerpos en la penumbra...
acarició la cálida piel de la chica con sus gélidos dedos, provocando que se escuchara un leve quejido de sus dulces labios...
la besó con ternura...
mientras sus manos seguían acariciándola, se posaron alrededor del frágil cuello de la muchacha y empezó a apretar...
suavemente al principio, mirándola a los ojos, mostrando un destello de felicidad como hasta ahora nunca había sentido...
ella cerró los ojos con la respiración entrecortada, él apretó con fuerza mientras la amaba con todo su ser...
vio un cerezo en flor...
él la llamaba a lo lejos, con cara de enamorado y una sonrisa pícara en su cara, tal y como la miró la primera vez que salieron juntos...
el mismo parque, el mismo cerezo en flor...
consciente de que la felicidad eterna le aguardaba, fue corriendo hasta él...
nos abrazamos...
y nos besamos con pasión...
me giré para ver por última vez el cerezo...
y se hizo la oscuridad...
sábado, 16 de febrero de 2008
mar de invierno
mar de invierno
frío gris roto por la burbujeante espuma blanca
las olas acarician mis pies helándome los dedos
mientras el cigarro agonizante arde en mis pálidos labios
mar de invierno
era lo único que nos separaba
era lo único que nos unía
mar de invierno
frío gris roto por el llanto del cielo
llanto caído en forma de lluvia cortante
rodea mi cuerpo de soledad y tristeza
rodea mi alma de sentimientos muertos
y lanzo al mar todos y cada uno de tus recuerdos
la fina arena se engancha a mis pies a cada paso que doy
las conchas rotas rasgan la delicada piel de mis pies
las heridas escuecen
pero jamás dolerán tanto como las heridas que tú me causaste
sólo la lluvia me acompaña empapando mis ropas
volviendo pesados mis movimientos
volviendo torpe mi vista
pero no así el oido
me alejo con el suave murmullo de las olas
y el graznido de las gaviotas
que celebran el festín que les brindé
con tus recuerdos
dicen que si no hay cuerpo no hay delito
mi delito fue amarte y desearte
el tuyo fue engañarme
a lo lejos creo ver una de tus manos flotando
rompiendo el frío gris del mar de invierno
quizás debí cortarte en trozos más pequeños
{ahora eres uno con él}
~sueños de una fría y gris noche de invierno~
frío gris roto por la burbujeante espuma blanca
las olas acarician mis pies helándome los dedos
mientras el cigarro agonizante arde en mis pálidos labios
mar de invierno
era lo único que nos separaba
era lo único que nos unía
mar de invierno
frío gris roto por el llanto del cielo
llanto caído en forma de lluvia cortante
rodea mi cuerpo de soledad y tristeza
rodea mi alma de sentimientos muertos
y lanzo al mar todos y cada uno de tus recuerdos
la fina arena se engancha a mis pies a cada paso que doy
las conchas rotas rasgan la delicada piel de mis pies
las heridas escuecen
pero jamás dolerán tanto como las heridas que tú me causaste
sólo la lluvia me acompaña empapando mis ropas
volviendo pesados mis movimientos
volviendo torpe mi vista
pero no así el oido
me alejo con el suave murmullo de las olas
y el graznido de las gaviotas
que celebran el festín que les brindé
con tus recuerdos
dicen que si no hay cuerpo no hay delito
mi delito fue amarte y desearte
el tuyo fue engañarme
a lo lejos creo ver una de tus manos flotando
rompiendo el frío gris del mar de invierno
quizás debí cortarte en trozos más pequeños
{ahora eres uno con él}
mi amado
adorado
frío y gris
mar de invierno
adorado
frío y gris
mar de invierno
~sueños de una fría y gris noche de invierno~
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