sábado, 10 de mayo de 2008

jitsuwa


desde que tenía uso de razón y sentido común (cualidades más bien escasas, teniendo en cuenta que desde la niñez había sido dotada de una gran imaginación, lo que le permitía evadirse del mundo que le rodeaba y vivir maravillosas aventuras dentro de su pequeña cabecita castaña) había sido una niña delgaducha, un manojo de nervios que volvía locos a sus padres con sus contínuas carreras calle arriba, calle abajo, escondiendose en lugares inimaginables, entrecerrando los ojos pícara, riendo a hurtadillas cuando oía las pisadas de su madre acercarse y ser llamada primero con preocupación, luego con enfado y nerviosismo ante la cabezonería del petardo de hija que le había tocado

peleona y amante de jugar en el barro, seguía creciendo, inmersa en su mundo, cambiante y siempre innovador, con nuevos habitantes y situaciones que vivir, peligrosas pero que siempre acababan bien

no como el mundo que la rodeaba, rutinario, aburrido

y empezó a etiquetar todo lo que le rodeaba con colores

mamá era gris

papá también, pero un gris más oscuro

su hermano era naranja

ella era azul

azul como el mar
azul como el cielo
azul como las tormentas
azul como las gotas de lluvia resbalando por sus manos

la pequeña hiperactiva creció lentamente, sin prisas, pero cambiando su personalidad

dejó la vitalidad a un lado, volviendose taciturna, callada, encerrada en su propia burbuja

lo que no cambió fue su mundo imaginario; seguía llenando sus horas de angustia con nuevas historias que vivir, aunque éstas se volvieron más oscuras, más grises, más tristes y desoladoras
sus padres estaban preocupados por ella, por ver cómo su torbellino se había convertido en una leve brisa que a duras penas conseguía mover las hojas de los árboles que crecieron bajo su ventana, dandole cobijo en las calurosas tardes de verano, ofreciendole su sombra para refrescarse y sumergirse totalmente en sus libros

a pesar del cambio de actitud, seguía siendo azul

los años pasaban lentamente y fue conociendo gente; unos violetas, otros morados, unas rosas otros rojos...todos y cada uno fueron partes más o menos importantes en su vida

hasta que un día conoció a un chico amarillo, y empezó a verlo todo de color verde; el color de la esperanza


la ilusión se apoderó de ella, lentamente abandonó su mundo imaginario, que tan buenos momentos le había hecho vivir para dedicarse en cuerpo y alma a su chico amarillo

todo era precioso, el amor le hacía sonreír, se sentía feliz de hacerle feliz a él y cumplir todos sus deseos y porqué no decirlo...sus órdenes

poco a poco, todo lo referente al chico amarillo se volvió amargo; largas noches en vela esperando su compañía, semanas de ausencia esperando una llamada, cortas conversaciones sobre cosas banales y totalmente estúpidas que poco o nada le interesaban

y una noche, su mundo imaginario volvió, volvió para rescatarla del pozo sin fondo donde se estaba ahogando sin remedio
se refugió en él como hacía antaño, allí era feliz, y eso no le sentaba nada bien al chico amarillo

odiaba tanto verla así, que la dejó por otra chica, una chica roja

azul lloró, pero lloró lágrimas transparentes, carentes de dolor o pena...eran lágrimas por costumbre, porque llorar era lo normal en situaciones así

pero es que azul no era normal

rápidamente volvió a ser azul, un azul vivo y brillante, amigable y cariñosa, como la antigua niña que fue pero con más experiencia y sabiendo claramente lo que quería y lo que detestaba

todo fue bien, pero hubo una cosa que no cambió en ella, sus ansias por complacer a todo el mundo, por caerle bien a todo aquél que conocía, por ser delicada en sus palabras y actos para no herir los sentimientos ajenos

un día, azul no soportó la presión de hacer felices a los demás siendo ella desdichada y se zambulló de nuevo en su mundo imaginario

allí era feliz, tenía amigos, una família menos caótica que la real y mil aventuras en mundos que parecían no tener fin

se sumergió tan profundamente en su surrealismo, donde cada vez pasaba más horas, que un buen día, desapareció

nadie volvió a saber nada de azul

el mundo siguió girando a su alrededor, las estaciones siguieron su curso natural y todo nacía, vivía y moría

y allí se quedó, acurrucada en su cama, con los ojos cerrados y tapada por una sábana, inmóvil, silenciosa, encerrada en un mundo irreal donde todo sale bien

se dice que a veces, si tienes suerte, en los días de lluvia bajo un sauce llorón se puede ver una silueta azul de una chica leyendo y si te acercas, levanta la mirada de su libro y clava sus tristes ojos en los tuyos, y con una leve sonrisa susurra

- qué color eres tú?-




|nací azul, crecí siendo azul y azul moriré...pero al contrario que la chica azul de la historia, yo decidí dejar de ser tan complaciente con los demás y velar por mis propios intereses...la gente se acostumbra a una personalidad dulce, sumisa y atenta...pero cuando sacas el mal humor y el azul se vuelve azul oscuro como una tormenta sobre el mar en una tarde de invierno, te apartan de su lado...no todo el azul es bonito, hay que saber apreciar a la gente tanto en sus buenos momentos como en los malos...nací azul, crecí siendo azul y azul moriré...a pesar de lo que pueda parecer por mis escritos, tengo mucho genio y también puedo ser un azul desagradable, hiriente y egoista|

4 comentarios:

Deva dijo...

¿Cómo son los chicos amarillos?
Dicen que las personas que pasan por nosotros dejan parte de su color en nuestra piel, en su caso ¿el verde no?
Todas las relaciones dejan su marca sobretodo si, como supongo, te implicas demasiado en ellas.
Mi color, no lo se, la gente no me ve o no entiende mi color, quizás tú me lo puedas decir.
Yo tenía un color verde muy vivo, que se perdió con mi inocencia, en el sentido de entender la vida, claro, bueno, no se bien en que sentido, pero era el que mejor pegaba, el menos descarado.
Tu color, no se, lo veo azul, pero también lo veo violeta a veces, no se, es un toque de ternura debajo de la mancha azul, es un violeta que solo dejas ver a los que quieres, a los que amas.
Espero que te animes un poco, no me ha gustado eso de momento regular en tu vida, por eso te ofrezco de manera no simbólica(o sea que lo pidas si lo crees necesario) alguien con quien hablar, y que tratará de animarte, aunque los resultados no estén muy asegurados como positivos.
Por cierto, ahora pícame tú.

Una colleja a la luz de la luna, a ver si te animas.

PD: Lo de personita, no se, es algo cariñoso que digo a personas interesantes como tú por las que, ¡joder!, tengo gran envidia (de como escribes).

Deva dijo...

Por cierto, no se muchas cosas, por si no te dabas cuenta.




Dime que te has reido!

Deva dijo...

Así que verde, si, es posible, de hecho creo que tienes razón, me has convencido definitivamente.

Te pido, un relato optimista, de como querrías que todo cambiara y se volviera amarillo.

Deva dijo...

Por favor